Viajes de incentivo comprometidos, una recompensa diferente
En anteriores entradas del blog hemos escrito sobre la paulatina recuperación de los viajes de incentivo, aquellos que ofrecen las empresas a sus trabajadores como recompensa por alcanzar determinados objetivos; también repasamos algunos destinos para estos viajes: temáticos, relacionados con la aventura o la naturaleza aunque nos dejamos para esta entrada los llamados viajes de incentivo comprometidos.
Los viajes de incentivo comprometidos se califican como “desplazamientos que satisfacen las inquietudes sociales de los participantes haciéndoles entrar en contacto con entornos y personas de difícil acceso viviendo sensaciones únicas”. Estos es, el premio está dirigido a expandir la percepción social del viajero, por encima de la satisfacción material que buscan otro tipo de desplazamientos.
Existen agencias especializadas en la organización de este tipo de viajes. Normalmente, se trata de trasladar al viajero cómo es vivir en una comunidad con costumbre y condiciones materiales completamente opuestas o poner al viajero en una situación en la que debe desarrollar su destreza en situaciones que suponen un reto: los viajes van desde pasar un tiempo en una comunidades de países no occidentales a aprender a construir una comunidad sostenible o incluso a navegar.
Repasemos algunas ideas.
Vivir en una comunidad de África: la agencia Diversia Cultural organiza viajes de incentivo en los que el viajero pasa una temporada con una familia de un país africano. Durante la estancia, tiene que completar tareas y actividades que solo comparte con el resto de miembros del grupo en determinadas ocasiones. Uno de los objetivos del viaje es desprenderse de cualquier interacción con un dispositivo: nada de correo electrónico, móvil, tablet o laptop. Durante su estancia allá, tiene que acoplarse al tiempo y trabajo locales.
Ayuda al desarrollo sostenible: otro de los viajes de incentivo comprometidos consiste en ayudar a una comunidad a construir las infraestructuras necesarias para garantizar una vida digna y sostenible, como canalizaciones de agua, pozos, caminos o, simplemente, echar una mano en las tareas cotidianas. El Club Marco Polo organiza este tipo de viajes de incentivo.
Mejora personal: otras agencias entienden los viajes de incentivo comprometidos como una oportunidad para la mejora personal. Así se elaboran distintas experiencias en las que el denominador común es mejorar la autoestima del premiado y que esto repercuta en su vida cotidiana, ayudándole a tomar mejores decisiones sobre cómo afrontar las dificultades y ser mejor con los demás. El abanico de experiencias dirigidas “a uno mismo” van desde aprender a gobernar un velero y saber cuándo tomar el timón y cuándo dejarse llevar por el viento; sesiones de meditación y ejercicio tener nociones de cómo desprenderse del estrés y mejorar la relación con el propio cuerpo o incluso, optando por la soledad y el silencio en un viaje a un paraje natural poco afectado por la mano del hombre para disfrutar de unas horas de silencio.
En Galicia existe potencial para este tipo de viajes comprometidos: desde colaborar en la recuperación de la agricultura y la cría de animales natural, hasta el acondicionamiento de montes y comunidades rurales que han ido quedando paulatinamente abandonadas y que son noticia cada verano por los incendios.